Estratos sociales en Colombia y la identidad de la persona
Los estratos sociales han sido un mecanismo de redistribución del ingreso. El estrato lo determina la vivienda y sus condiciones, nada más. Ni el número de sus habitantes, ni el ingreso, ni la escolaridad, o su estado de salud cuentan para determinar dicha clasificación. El mecanismo grava a los estratos 5 y 6 con el fin de subsidiar los servicios públicos (agua, alcantarillado, basuras, energía) de los estratos 1 a 3. El estrato 4 paga las tarifas reales.[1]
Lo que pretendió ser un sistema de subsidios cruzados que contribuyera a la redistribución del ingreso derivó en un incentivo perverso: el de identificar social y económicamente al habitante con la vivienda que lo aloja. De una parte, nadie quiere “subir” de estrato, así su realidad socioeconómica haya mejorado, ya que pierde los subsidios. De otra, categoriza a las personas y les provee identidad a partir del estrato en que se haya clasificado.
En una cultura que prioriza el consumo y otras expresiones del comportamiento económico de la persona, existe la posibilidad que su identidad se reduzca a dicho comportamiento. “Eres donde vives, como vistes y lo que consumes”.
Esto es un obstáculo para la solidaridad y concordia social. Los prejuicios van en todos los sentidos.
Clasificar la economía de un país por sectores, dirigir la política pública con destino a esos sectores, asignar el presupuesto del Estado, también según estos facilita las discusiones de las ramas del poder público. Son ideas, nociones y conceptos que no siempre se refieren a realidades.
Por ejemplo, lo que se asigna del presupuesto de la nación a la educación queda desintegrado en diversos aportes que hacen posible que los niños asistan a un salón de clase, estudien y aprendan. El salón ocupado por otros niños, dirigido por un maestro, localizado en un edificio.
La operación del colegio y la escuela requiere recursos que financien los servicios públicos, el mantenimiento del edificio, el pago de los maestros y del personal administrativo, las empresas que proveen los refrigerios.
Pero también actúan empresas que proveen la salud a los maestros, a las familias de los niños, a estos mismos. Todo esto para señalar cómo la asignación presupuestal para dicho objetivo de educar a los niños y jóvenes se halla diseminada por diversos acápites, no todos bajo el “sector” de educación.
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Clasificar las personas por su vivienda es un artificio inconveniente
De igual manera, la categorización por estratos cumple sí el poder cruzar los subsidios en la contabilidad pública, pero no refleja la realidad humana de la identidad personal que cada ser humano posee. Además, está igual que el ejemplo de los recursos para educar un niño que se originan en distintos acápites del Presupuesto de la Nación y no solo del de “educación”, configura la identidad de una persona, no solo lo hace el “estrato” –número que aparece en un recuadro de las facturas de cada servicio público.
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Una interpretación de la identidad de la persona
A la identidad de la persona contribuyen el hogar en el cual fue criado, la escuela o colegio al que asistió, el barrio o vereda donde creció, el grupo de amigos o enemigos (los que ejercieron su bullying). Ya adulto joven la organización donde trabaja, incluyendo su propio emprendimiento. Los roles y funciones que desempeñe hacen que el trabajo sea un proveedor de significado muy importante en la vida. Lo prueban aquellos operarios o directivos o académicos que pierden su empleo o se pensionan sin actividad alguna que desempeñar, se deprimen, se enferman y mueren prematuramente.
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Si la persona forma un hogar, entonces el rol de cónyuge, padre o madre contribuyen a su identidad. Si es además un ciudadano activo y ejerce algún liderazgo local o regional, pues aún más.
Todo esto para aclarar que solo si la persona lo permite, el “estrato” lo “determina” y claro, si pertenece a los primeros estratos, se siente discriminado. Y si pertenece a los más altos se considera “superior” a los de más bajo estrato.
La clasificación por estratos contribuye a la codicia
Solo si la persona lo permite y no considera el resto de las fuentes de identidad. Y si es así, da pie a que una de las vulnerabilidades morales más graves de la persona: la codicia-avaricia, eche raíces en ella.
Tomado de: https://commons.wikimedia.org
Sí, porque la codicia no se origina en el estrato, sino en la mente y corazón de la persona que considera a los de estratos superiores más felices.
Se trata de un defecto humano del que tenemos referencia no solo en las Sagradas Escrituras, sino en cualquiera de los relatos escritos que la arqueología revela. El de las Escrituras reza como “no codiciar los bienes ajenos” junto al de no “desear la mujer del prójimo”. Este último, y del cual trataremos en otro escrito, debe hoy ampliarse a “no desear el marido de la prójima”, ya que no hay tal que la mujer sea la única víctima de la infidelidad.
Luego, la estratificación le facilita a la persona codiciosa objetivar su frustración por hallarse en el estrato que se halla y que permite lo determine. Resiente al de estratos superiores. El del uno al de dos, el de dos al de tres y así sin límite, ya que el de estrato seis siempre encontrará al de un mayor estrato que aliente su resentimiento.
Es por ello que no considero que la estratificación sea la única culpable de alguna discriminación. Esta se origina en el interior de la persona que coloca su identidad solo en factores económicos. Y si es así, pues siempre se hallará discriminada, ya que no se hallará cómoda en ninguno de los estratos alcanzados; esa es la índole de la codicia humana.
Dejamos para otro escrito considerar la clasificación de países, unos como “desarrollados” y otros “emergentes” y aún otros como “subdesarrollados”. O más recientemente, la clasificación del Banco Mundial según sus economías en países de ingreso: bajo, mediano, y alto.
[1] Qué son los estratos, el sistema «solidario» que terminó profundizando el clasismo y la desigualdad en Colombia
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57264176
Qué son los estratos en Colombia, el sistema «solidario» que profundizó el clasismo | BBC Mundo
Estrato 1, estrato 6: cómo los colombianos hablan de sí mismos divididos en clases sociales
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/09/140919_colombia_fooc_estratos_aw
Los estratos en Colombia: eres el lugar en el que vives
https://elpais.com/internacional/2018/04/20/colombia/1524176587_818282.html