En medio de la cultura secular –léase profana—en que vivimos hoy la pregunta sobre Dios no se formula. Se descarta por tratarse de algo religioso.

Distingamos el dolor del sufrimiento: el dolor surge por un agente externo que rompe la armonía del cuerpo o mente, mientras que el sufrimiento trasciende.

La sociedad hoy no es pagana, sino profana. La primera, al menos creía en alguna divinidad. La segunda, es totalmente indiferente a lo sagrado.

En toda religión actual el creyente tiene la posibilidad de relacionarse directamente con lo divino. Ahora observaremos que eso no fue siempre así.

¿La indiferencia religiosa es una de las razones que explican el tedio y hastío presente en algunos grupos sociales de Occidente? ¿Qué es ser creyente?

Lenta pero con fuerza se extiende la idea de la eutanasia como solución al dolor y sufrimiento humano.