¿Por qué la Iglesia se opone a la eutanasia?
Lenta pero con fuerza se extiende la idea de la eutanasia como solución al dolor y sufrimiento humano. Su argumento: “¿Cómo es posible que el Dios Amor permita una persona en estado de sufrimiento insoportable siga viviendo? Él no puede querer tal situación.” De ahí la necesidad de recurrir a profesionales que faciliten que la persona se quite la vida.
Eutanasia
Del lat. cient. euthanasia, y este del gr. εὐθανασία euthanasía ‘muerte dulce’.
1. f. Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura.
2. f. Med. Muerte sin sufrimiento físico.
Suicidrse
De suicida
1. prnl. Quitarse voluntariamente la vida.
¿Es la eutanasia un suicidio?
Ofrecemos estas definiciones por que parecieran describir dos acciones diferentes. En el imaginario común, suicidarse se asocia con una horca, un revolver, una sobredosificación de algún fármaco letal, o un veneno. Medios que una persona emplea intencionalmente para quitarse la vida.
En cambio, el solicitar la eutanasia delega la responsabilidad directa de quitarse la vida sobre un profesional de la salud para que la ejerza.
Como la frontera entre ambas acciones es difusa hoy se habla de la eutanasia como “suicidio asistido”. Término preciso para describir dicha realidad.
Las legislaciones de países vienen creando los mecanismos que legalizan esta práctica. Hoy la discusión se centra en las edades para realizarlo, al igual que las posibles razones del interesado. Cuando se practica en infantes son los padres quienes deciden.
La posición de la Iglesia Católica al respecto, parte de principios que considera verdades absolutas: la vida humana es un don que raya en lo sagrado. Aunque nuestros padres son los que transmiten la vida, en la concepción interviene Dios para hacernos humanos. No importa los vacíos, y deficiencias corporales y mentales con los que nazca la criatura, no puede el hombre, sus padres, los médicos u otro privarlo de la asistencia necesaria para vivir.
Lo legal no siempre es ético
Legalizar una práctica no la hace ética. La esclavitud fue legal durante siglos, pero no por eso fue ética. Igual sucede con el aborto y la eutanasia. Son prácticas que por legales protegen a los profesionales que las ejercen de ser condenados, y en el caso del aborto, pues a la mujer también.
Photo by Jackson Simmer on Unsplash
Es natural el querer evitar el dolor y el sufrimiento. Los Evangelios nos relatan las intervenciones de Jesús. Junto a sus enseñanzas y reclamos a escribas y fariseos por las duras cargas que imponían a las gentes, describen cómo él alivió las enfermedades, dolencias y defectos de minusválidos.
Además, los veinte siglos de historia de la Iglesia demuestran las múltiples facetas que la caridad cristiana lleva a cabo con iniciativas e instituciones que atienden el sufrimiento humano. El hospital es un invento cristiano, al igual que lo son los ancianatos y los orfanatos. La ciencia experimental que permite hoy todos los prodigios de la medicina también es una creación de la Europa medieval que hunde sus raíces en la armoniosa combinación entre fe y razón.
Aliviar el dolor y el sufrimiento se halla en el fundamento de la caridad y amor cristiano. Dios no lo quiere. Sabe en Jesús su precio: la muerte. El mal ejercicio de la libertad humana explica el dolor, el sufrimiento y la muerte.
Insistimos, Jesús intervino en múltiples ocasiones para aliviar a minusválidos, a enfermos, a deudos y Él mismo padeció sin haberse opuesto a la saña de sus verdugos.
Él mismo a través del Espíritu inspira todos los grandes descubrimientos de la ciencia, quiera el científico reconocerlo o no. Luego la medicina y la infraestructura hospitalaria, la salud pública en general, dependen de la creatividad humana cuya fuente es la Providencia. Esta nos infunde la vida, alienta nuestros deseos, educa nuestra voluntad y guía nuestro entendimiento.
¿Restará confianza alguna en el médico una vez el juramento Hipocrático desaparezca?
El juramento Hipocrático que ha inspirado la práctica médica por más de 25 siglos y que se refiere a la preservación de la vida del paciente, queda totalmente anulado con las prácticas del aborto y la eutanasia.
La especialidad de la cirugía estética nació para contribuir a la reconstrucción corporal de pacientes desfigurados por accidentes. Rápidamente derivó en una industria lucrativa para la transformación corporal no sólo por razones de estética, sino más recientemente por razones de cambio de sexo.
Photo by Olga Guryanova on Unsplash
¿Qué pasará cuando la eutanasia se transforme en una industria lucrativa, cuando la sofisticación de modalidades de muerte sea un artículo de consumo?
¿Qué restará entonces de una profesión que surgió para dar más vida y ahora se dedicará a eliminarla?