La castidad y algunas manifestaciones de la involución sexual

En los ensayos que vengo ofreciendo sobre el tema de la “revolución sexual” preparo uno que aún no he publicado, pero en el cual concluyo que referirse al comportamiento sexual prevalente en la cultura contemporánea con los términos “revolución o liberación” es un contrasentido.

Su definición en Wikipedia se refiere “[…] al profundo y generalizado cambio ocurrido durante la segunda mitad del siglo XX en numerosos países del mundo occidental desafiando los códigos tradicionales relacionados con la concepción de la moral sexual, el comportamiento sexual humano y las relaciones sexuales […][i].

Pues bien, no hay tal “liberación” y menos “revolución”, lo que hay es una “involución”. El propósito de los ensayos que espero desarrollar será el de ir aclarando esta interpretación, comenzando con este.

Aunque la descripción de la Wikipedia no menciona a cuáles códigos tradicionales de la moral sexual, comportamiento sexual humano y las relaciones sexuales se refiere, no hay duda de que los de la Iglesia Católica siempre estarán en la mira.

Y si hay un documento de la Iglesia que, con respecto al tema que nos concierne, es profusamente vilipendiado es la Carta Encíclica Humanae Vitae [i] del Papa San Pablo VI publicado en 1968.

En el contexto del Congreso Eucarístico Nacional que en este año se reunió en EEUU (2024), el Obispo Robert Barron, hizo alusión a la trascendencia de este documento. Y lo hizo destacando el principio que anima la visión que sobre la castidad y la sexualidad humana ofrece la Iglesia Católica. Comentar dicha intervención es el propósito de este escrito.

Primero coloquemos en contexto el significado de un Congreso Eucarístico. Se trata de un evento cuya práctica internacional se inicia a finales del siglo XIX. Son reuniones internacionales de integrantes de la Iglesia Católica para resaltar de modo especial el culto a la Eucaristía.[i] Se les conoce como “Congreso Eucarístico Internacional”. El primero fue en Lille, Francia, en 1881. Han primado los países europeos como anfitriones. En 1910 se reúne el primero fuera de Europa en Canadá, otro en 1926 en EEUU. El primero en Latinoamérica fue en Argentina en 1934. Y en 1968 en Colombia; era ya el Congreso número 39 y al que por primera vez viene un Papa a la Región, SS Pablo VI.[ii]

En este Congreso para el que los colombianos fuimos anfitriones, con todo y que el Papa había publicado la Humanae Vitae el mes anterior a su visita esta se halló enmarcada más en los temas de la pobreza, la justicia social y la necesidad de guiar a la teología de la liberación en el camino debido y no violento.

En cambio, en Estado Unidos la Humanae Vitae sí causó gran escozor, al punto que buen número de fieles se retiraron de sus parroquias en protesta aquel año de 1968.

Téngase presente que en dicho país la Iglesia Católica fue de las primeras en alertar sobre problema de la pederastia y ha sido la que más correcciones efectivas ha logrado. Luego, este Congreso Nacional, el décimo en la historia de ese país, además de ser sede para dos congresos internacionales, demuestra un revivir de la fe en medio de la creciente complejidad de la vida social, política y económica de ese país. 

Alucinogeno

Hubo peregrinaciones de personas que caminaron durante dos meses para llegar al Congreso cuya sede fue Indianápolis

Estas fueron las cuatro rutas de las peregrinaciones (nótese la forma de cruz)

Tomado de:https://www.archindy.org/criterion/files/2024/07-26/gallery-day05-closing/index.html (Un día de celebración de la Eucaristía en el Congreso)

Asistieron más de 60.000 personas y contaron con repertorio de conferencistas único.[i] Algunos integrantes de la jerarquía, religiosos y laicos. Me refiero a la intervención del Obispo Robert Barron en particular [ii] quien disertó sobre la pobreza, la castidad y la obediencia. Los tres votos que suelen hacer quienes aspiran a vivir una vida religiosa. 

La castidad como virtud posible para todo ser humano

Sin embargo, Barron aclaró que la castidad es una virtud que no solo vale para la vida religiosa, a la que se conoce como el celibato, que es una forma de castidad, sino que se refiere a la vida de todo ser humano.

Es legítimo preguntar ¿por qué? Porque la castidad se refiere a vivir la sexualidad humana de un modo moral y espiritualmente responsable. Con otras palabras, la castidad es vivir nuestra sexualidad de un modo humano, responsable y adecuado. Debería ser el cometido de toda persona.

El Obispo Barron se refiere a los argumentos de los jóvenes que no ingresan o dejan la Iglesia, pues sostienen que está en el tema sexual es puritana, no se halla a la altura de los tiempos. Para ellos, la Iglesia propone comportamientos que no solo son imposibles de llevar a cabo, sino que ni siquiera vale la pena esforzarse en ello.

El problema es que los principios sobre los cuales la Iglesia fundamenta su invitación se desconocen. La esencia de su enseñanza es la de procurar que el impulso sexual se halle siempre bajo la égida del amor.

El amor es más que un sentimiento.

El amor no es sólo un sentimiento. Es, en el decir de Santo Tomás de Aquino: querer el bien del otro. La vida cristiana se resume en amar a Dios y al prójimo como a sí mismo. Es decir, un acto de la voluntad.  Incluso, San Pablo es bastante más preciso: en la Carta a los Corintios describe el amar como: ser paciente, amable y servicial. En el amor no cabe la envidia, el jactarse, ni engreírse. Busca el decoro, pero no su propio interés, no se irrita, no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. [1 Cor 13:4-9]. Como puede verse todo menos una emoción o un sentimiento.

 

Esto lleva a que, si el amor es querer el bien del otro, pues el(la) otro(a) no puede ser un medio de satisfacción de nuestros impulsos que es lo que sucede con el sexo ausente de amor y de la responsabilidad sobre sus consecuencias.

La Iglesia celebra la sexualidad humana en el contexto del acto conyugal responsable donde hombre y mujer se donan como personas y se hallan abiertos a la vida. Esta donación es para el bien del otro(a) no para una satisfacción egoísta de los impulsos y tendencias de cada uno de los integrantes de la pareja.

Las consecuencias de una sexualidad irresponsable.

El Obispo Barron se pregunta ¿Qué tienen de común los problemas contemporáneos del aborto, el abuso sexual, la infidelidad, el adulterio, la pornografía, el sexo fortuito? Y responde que ninguno cae bajo el amparo del amor. Cada uno, y en grados diversos, manifiestan una sexualidad egocéntrica, de satisfacción propia.

La Iglesia ni es puritana, ni dualista, solo pretende una sexualidad atada al amor. Aportó en su conferencia la siguiente cita del Humanae Vitae escrita en 1968 por el Papa hoy San Pabo VI, a la que haremos unas glosas breves.

Sección 17[i].  “Los hombres rectos podrán convencerse todavía de la consistencia de la doctrina de la Iglesia en este campo si reflexionan sobre las consecuencias de los métodos de la regulación artificial de la natalidad. 

La infidelidad conyugal

“Consideren, antes que nada, el camino fácil y amplio que se abriría a la infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad. [En el medio siglo que va de corrido de esta advertencia, no existe país del mundo donde los indicadores de disolución familiar y de parejas no hayan aumentado y dónde la infidelidad da razón como causa para la mitad de las parejas][i]

 

Razón que explica el embarazo adolescente

“No se necesita mucha experiencia para conocer la debilidad humana y para comprender que los hombres, especialmente los jóvenes, tan vulnerables en este punto, tienen necesidad de aliento para ser fieles a la ley moral y no se les debe ofrecer cualquier medio fácil para burlar su observancia. [En los colegios no existe educación en las virtudes y en particular para la continencia. En cambio, lo que se ofrece a los adolescentes son facilidades para el sexo fortuito. Toda suerte de artefactos y píldoras anticonceptivos se reparten en los colegios con el fin de evitar el embarazo adolescente, sin caer en cuenta que cuando los artefactos y los fármacos fallan se recurre al aborto como método anticonceptivo y hoy incluso al infanticidio][i] 

Las personas instrumentalizadas para el goce egoísta de sus parejas.

“Podría también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoísta y no como a compañera, respetada y amada. [En el fondo de los movimientos feministas tal vez se halle la protesta a esta práctica anunciada ya entonces por el Papa. Claro que hoy ya no es solo el hombre que instrumentaliza a la mujer, sino que también esta instrumentaliza al hombre, es lo que explica las madres que voluntariamente buscan ser cabezas de familia. Entre estas las hay que se embarazan sin el concurso personal de un padre, al modo como los finqueros fecundan sus animales seleccionando el semen de acuerdo con las cualidades del aportante. Es duro decirlo, pero es un hecho.][i]

Poblaciones al garete de los gobiernos.

“Reflexiónese también sobre el arma peligrosa que de este modo se llegaría a poner en las manos de autoridades despreocupadas de las exigencias morales. ¿Quién podría reprochar a un gobierno el aplicar a la solución de los problemas de la colectividad lo que hubiera sido reconocido lícito a los cónyuges para la solución de un problema familiar? ¿Quién impediría a los gobernantes favorecer y hasta imponer a sus pueblos, si lo consideraran necesario, el método anticonceptivo que ellos juzgaren más eficaz? En tal modo, los hombres, queriendo evitar las dificultades individuales, familiares o sociales que se encuentran en el cumplimiento de la ley divina, llegarían a dejar a merced de la intervención de las autoridades el sector más personal y reservado de la intimidad conyugal. [El caso chino desde la época de Mao Tse Tung es bien ilustrativo de la intervención gubernamental en políticas demográficas compulsivas. Las bebés niñas en gestación debían ser abortadas. Las décadas en que estuvo vigente dicha política causó la muerte de millones de niñas y hoy un desequilibrio demográfico de proporciones catastróficas.][i]

“Por tanto, si no se quiere exponer al arbitrio de los hombres la misión de engendrar la vida, se deben reconocer necesariamente unos límites infranqueables a la posibilidad de dominio del hombre sobre su propio cuerpo y sus funciones; límites que, a ningún hombre, privado o revestido de autoridad, es lícito quebrantar. Y tales límites no pueden ser determinados, sino por el respeto debido a la integridad del organismo humano y de sus funciones, según los principios antes recordados y según la recta inteligencia del “principio de totalidad”[ii] ilustrado por nuestro predecesor Pio XII.” 

La castidad virtud posible para toda persona

Consideremos ahora otros aspectos referentes al título de este escrito. La castidad suele pensarse como requerida solo para las personas que escogieron una vida religiosa, monjes, monjas y sacerdotes. Téngase presente que fue solo hasta el inicio del segundo milenio que los sacerdotes fueron requeridos a ser célibes gracias a las reformas del Papa Gregorio VII (1021-1085), ya que antes no se les requería lo fueran, lo que daba pie a conductas reprobables.

Dijimos que la castidad para la Iglesia tiene una acepción más amplia: la del empleo responsable de la sexualidad y donde prime el amor. Sí, para el caso de las parejas naturales que se vinculan en matrimonio, esa responsabilidad se manifiesta a partir del amor como donación de personas y no como individuos donde cada cual busca su propia satisfacción egoísta.

Paternidad y maternidad responsables

Las varias acepciones que trae la RAE del término “responsable” manifiestan que el obrar de la persona siempre tiene consecuencias de las cuales se halla obligada a responder. La persona ‘responsable’ pone atención y cuidado en lo que hace y decide. Y podemos resaltar sinónimos como cumplidor, consecuente, consciente y prudente. Todo lo contrario, a la conducta de quienes abortan.

En la década de los 60 suceden cambios legislativos que obligan a los servicios de salud de los países del Norte (los del Sur copiaron esas legislaciones diez años después) a facilitar todos los medios anticonceptivos posibles, incluyendo el aborto. Los argumentos aducían que los grupos pobres de población tenían demasiados hijos que no podían sostener y que, por lo tanto, debía ofrecérseles acceso a todos los medios anticonceptivos.[i]

De modo paralelo, la industria farmacéutica inunda el mercado con toda suerte de anticonceptivos químicos y mecánicos.

Con esto se libera el acto sexual de su función reproductiva, sustrayendo a sus actores de cualquier responsabilidad sobre la generación de una vida humana. Tan intensa llega a ser esta irresponsabilidad que ante cualquier “falla” de los medios empleados y dándose un embarazo, se recurre al aborto y al infanticidio.

En países como el nuestro, el control natal compulsivo se inicia en la década del 70. En el medio siglo de su vigencia, efectivamente logró descensos en la fertilidad humana, al punto de no reemplazarse hoy la población. Sin embargo, la pobreza no se erradicó como dicha política pretendió.

¿Cambio revolucionario?

Si aceptamos la acepción del término “revolución” como cambio rápido y los sinónimos de ‘innovación’, ‘renovación’ y ‘progreso’ pues no hay duda de que, sí ha significado un cambio rápido de actitud y actuación.                                  Innovación, renovación y progreso son los eufemismos que emplea la ideología antinatalista, ya que la anticoncepción por todos los medios existe desde que se conoce la escritura.

Por ejemplo, los dispositivos intrauterinos surgen de la práctica milenaria de los mercaderes que empleaban camellos para largas travesías en el desierto. Les colocaban a las hembras camellos piedras pequeñas en el útero y así impedían quedarán cargadas.

El onanismo era una práctica prohibida en la Ley Mosaica.

El aborto e infanticidio eran comunes en el imperio romano.      

Luego de innovación y renovación no existe la evidencia. Ahora bien, si dar rienda suelta a la tendencia sexual ausente de amor o de posibles consecuencias generadoras de una nueva vida humana es ‘progreso’ nos lleva al debate sobre el significado del término ‘progreso’. Debate que por ahora posponemos, entre otras razones, por observar la angustia de los países que han entrado en un invierno demográfico al no reemplazarse.

¿Liberación?

Nos queda por considerar el término ‘liberación’. Si por ella entendemos emancipación y licenciamiento de alguna norma o cancelación de una carga se supone entonces que el no dar rienda suelta a la tendencia sexual es una “carga” y una norma de difícil cumplimiento. La pregunta que entonces hay que hacerse es si la persona que así obra, es decir, que satisface su tendencia sexual cuando le viene en gana, es más libre que la que ejerce control sobre dicha tendencia.

Ya los griegos antes del cristianismo se referían a la continencia, a la virtud de la templanza cuyo significado es el de “someter sus apetitos a la razón” reza la RAE. Luego la pregunta sólo la puede responder adecuadamente cada cual por su propia experiencia de vida.

Sin embargo, basta recorrer cualquier motor de búsqueda sobre el tema, por ejemplo, de la creciente adicción a la pornografía y sus síntomas. Todas las entradas afirman que es una adicción. Y como toda adicción pues no libera nada. Todo lo contrario, esclaviza. Al igual que la infidelidad también esclaviza pues basta observar el comportamiento y consecuencias de ella para caer en cuenta de la pérdida de libertad de los adúlteros.

Involución

Finalmente, en nuestra interpretación, el término que mejor describe el fenómeno de dar rienda suelta a la tendencia sexual y sus consecuencias es el de “involución” en su acepción de “detención y retroceso de una evolución biológica, política, cultural y económica” (RAE). Y si le agregamos el adjetivo de “senil” en esa acepción el significado es el de “conjunto de fenómenos de esclerosis y atrofia característico de la vejez” lo que lleva a cuestionarnos que tal vez sea esta una descripción adecuada del comportamiento de algunos integrantes de la civilización y cultura contemporánea.

De ahí que buen número de estudiosos consideren que la Carta Encíclica Humanae Vitae sea el documento profético por excelencia del siglo pasado. Anuncia los comportamientos de la decadencia moral en que buen número de integrantes de las sociedades se han embarcado. Lo que impide caer en cuenta de dicha decadencia es el haber reducido el desarrollo humano y social a unos indicadores únicamente económicos.                                                                                                                                                                 

[i] El término revolución sexual o liberación sexual hace referencia al profundo y generalizado cambio ocurrido durante la segunda mitad del siglo xx en numerosos países del mundo occidental desafiando los códigos tradicionales relacionados con la concepción de la moral sexual, el comportamiento sexual humano, y las relaciones sexuales. La liberación sexual tuvo su inicio en la década de 1960 y su máximo desarrollo entre 1970 y 1980, aunque sus consecuencias y extensión siguen vigentes y en pleno desarrollo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_sexual#:~:text=El%20t%C3%A9rmino%20revoluci%C3%B3n%20sexual%20o,comportamiento%20sexual%20humano%2C%20y%20las

 

[ii] Carta Encíclica Humanae Vitae de S.S.Pablo VI. https://www.vatican.va/content/paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_25071968_humanae-vitae.html  Accedida 27-08-2024

 [iii] Para el católico, en la Eucaristía –la Misa—se halla presente Jesucristo en las especies de pan y vino cuando el sacerdote las consagra. Además, crece la práctica generalizada de capillas donde la Eucaristía se expone 24/7 durante todo el año.

 [iv] https://es.wikipedia.org/wiki/Congreso_Eucar%C3%ADstico_Internacional Accedido 25-07-2024

 [v] https://es.eucharisticcongress.org/streaming

 [vi] https://www.youtube.com/watch?v=_wwO9JxiMCM&t=1364s

 [vii] Carta Encíclica Humanae Vitae de S.S.Pablo VI. https://www.vatican.va/content/paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_25071968_humanae-vitae.html  Accedida 27-08-2024

 [viii] Estadísticas mundiales sobre separaciones y divorcios en el mundo. https://www.unifiedlawyers.com.au/blog/global-divorce-rates-statistics/

Accedido 2-08-2024

 [ix] Las legislaciones de varios estados de los EEUU contemplan hoy la no asistencia a bebes que nacen vivos a pesar de intervenciones abortivas. También a bebes que se consideran “inviables”.  En cuanto a adicciones y pornografía adolescente. https://www.unir.net/wp-content/uploads/2023/12/Guia-para-Familias_Adolescentes-y-Uso-de-Pornografia.pdf  Accedido 25-08-2024

 [x] El más reciente estudio sobre violencia perpetrada hacia la mujer demuestra que son sus parejas sexuales las que causan un tercio los actos violentos. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/violence-against-women

 [xi] Artículo bien documentado sobre mitos y realidades de las políticas demográficas chinas. https://scholar.harvard.edu/files/martinwhyte/files/challenging_myths_published_version.pdf

 Y sobre la catástrofe demográfica https://www.forbes.com/sites/miltonezrati/2023/11/01/chinas-demographic-catastrophe/ accedido 30-08-2024

 [xii] En un discurso del Papa Pio XII a investigadores participantes en el primer Congreso Internacional de Histopatología del Sistema Nervioso (14 de septiembre de 1952) explica bien el ‘principio de totalidad’ y las limitaciones de su aplicación. El principio afirma que “allí donde se verifique la relación de todo aparte y en la medida exacta en que se verifique, la parte está subordinada al todo; este puede, en su interés propio, disponer de la parte” [artículo 23 de dicho discurso]. En el caso de la persona, que es un todo integral, que subsiste por sí misma, se piensa que ella puede autorizar intervenciones sobre sus partes (órganos, sistemas). Es decir, es la persona misma, la que autoriza y no como sucedió con los científicos Nazis que llevaron a cabo experimentos atroces sobre los presos de los campos de concentración contra su voluntad. El principio se aplica mal cuando se argumenta que el individuo es parte de la comunidad y que debe someterse a ella. La comunidad es un ente moral “el todo no tiene aquí una unidad que subsista en sí misma, sino una simple unidad de finalidad y de acción. En la comunidad, los individuos no son sino colaboradores e instrumentos para la realización del fin de la comunidad.” [art.25] https://www.vatican.va/content/pius-xii/es/speeches/1952/documents/hf_p-xii_spe_19520914_istopatologia.html#:~:text=El%20principio%20de%20totalidad%2C%20por,propio%2C%20disponer%20de%20la%20parte.

Desde entonces la bioética surge como disciplina y ofrece hoy lineamientos de gran controversia. Una abundancia de artículos y casos se hallan en su portal: https://www.bioeticaweb.com/

 Luego la intervención del Papa Pio XII hace siete décadas y la del Papa Paulo VI en Humane Vitae establecen bases sólidas que permiten navegar por entre la complejidad de argumentos sobre el aborto, la eutanasia (suicidio asistido), transgénero y más recientemente la obligatoriedad de las vacunas pandémicas.

 [xiii] Un ejemplo es el del Family Planning Act del Parlamento de la Gran Bretaña donde es el número de hijos de los grupos de población de bajos ingresos el causante de su pobreza. Al igual que los riesgos a la vida de la madre de un embarazo problemático, permite el aborto. Y con ello se esperaba que la mujer pudiera asumir así el control de su propia fertilidad. https://www.parliament.uk/about/living-heritage/transformingsociety/private-lives/relationships/collections1/parliament-and-the-1960s/national-health-service-family-planning-act/#:~:text=The%201967%20Family%20Planning%20Act,put%20at%20risk%20by%20pregnancy.

Consultado 05-09-2024